Cualquier momento es bueno para pararse a pensar hacia dónde vamos. Pensemos, hablemos y lleguemos a compromisos de cambio, todos juntos, para poder tener un futuro.
A Fernando Birri, cineasta latinoamericano, un estudiante, en Cartagena de Indias, en Colombia, le preguntó que para qué servía la utopía. Y Fernando Birri respondió: “¿para qué sirve la utopía?, esta es una pregunta que yo me hago todos los días, yo también me pregunto para qué sirve la utopía. Y suelo pensar que la utopía está en el horizonte y entonces si yo ando diez pasos la utopía se aleja diez pasos, y si yo ando veinte pasos la utopía se coloca veinte pasos más allá; por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar".
Podemos salir de esta, pero no quedándonos quietos, parados, doloridos, estupefactos.
Hasta pronto Personas
A Fernando Birri, cineasta latinoamericano, un estudiante, en Cartagena de Indias, en Colombia, le preguntó que para qué servía la utopía. Y Fernando Birri respondió: “¿para qué sirve la utopía?, esta es una pregunta que yo me hago todos los días, yo también me pregunto para qué sirve la utopía. Y suelo pensar que la utopía está en el horizonte y entonces si yo ando diez pasos la utopía se aleja diez pasos, y si yo ando veinte pasos la utopía se coloca veinte pasos más allá; por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar".
Necesitamos con urgencia una Utopía a la que agarrarnos, que nos estire, que nos mueva, que nos obligue a caminar.
En estos momentos estamos anestesiados por los acontecimientos que se van produciendo y amontonando uno tras otro sin darnos tiempo a reaccionar.
Estamos fuera del escenario donde unos pocos deciden el presente y el futuro de unos muchos. Somos meros espectadores de una película a la que no nos han invitado pero que hemos financiado y autorizado y de la que somos los protagonistas.
Nuestro país de países está en peligro. Bajo el paraguas del déficit, se puede destruir todo lo conseguido en los últimos 35 años, y cuando este paraguas se cierre no quedará nada.
No entiendo porqué Europa nos amordaza de esta manera, cuando le hemos procurado ¡tanto¡ durante largos años. Por qué tenemos que seguir en una Unión Europea que nos está devolviendo a los años 70 y mantener a unos gobiernos, de nuestros impuestos, que no merecen ni el nombre.
Necesitamos que todos los ciudadanos españoles aporten su grano de arena, en estos momentos tan difíciles, pero todos: Los que sacaron el dinero y lo invirtieron en otros países, los que lo robaron o lo cedieron a dedo, los que ganan más, los que ganan, los que no ganan. Y todos en la misma dirección, sin trabas, sin colores, sin ira contenida. TODOS
Necesitamos una Utopía: Volver a ser un país , no un Estado.
Un País, con ciudadanos libres, con trabajo, deberes y derechos. Con ilusión, dónde cada uno tenga la información necesaria para poder caminar y sea responsable del camino que realiza.
Un País de países o de ayuntamientos o de comunidades o de provincias pero múltiple, porque lo otro huele mal.
Un País con políticos dedicados a trabajar para los ciudadanos no para los mercados.
Podemos caminar en esta dirección, aún tenemos piernas, busquemos la ilusión en nuestros corazones y demosle forma en nuestro cerebro, convirtiéndola en movimiento.
Podemos salir de esta, pero no quedándonos quietos, parados, doloridos, estupefactos.
El miedo hay que convertirlo en pasión por el cambio y la ira, en pasión por el camino.
En unos años, tendremos un nuevo país, no dejemos que sea una imposición, hay que trabajarlo, sembrarlo, mimarlo y recogerlo cuando florezca.
Somos ciudadanos de España antes que de Europa, no lo olvidemos.
Hasta pronto Personas
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