Leí, hace unos días en prensa, una frase que me parece muy adecuada para definirnos: "España es uno de los países más opacos de Europa".
La palabra opaco significa carente de brillo, que no deja pasar la luz, perfilando más, diríamos que una persona opaca es aquella que no destaca, que es mediocre y un gobierno opaco sería aquel que no comunica correctamente el destino de los fondos públicos, por lo que los ciudadanos no pueden acceder a la información de como se gastan. En pocas palabras no pueden realizar un seguimiento de la gestión del Gobierno.
Pues bien, es mi país tenemos opacidad para dar y vender. Somos un país de "opacos", dirigidos por "opacos" y esta opacidad, ha sido pactada durante siglos: "Yo no te pido en que andas y tu no me lo pides a mí". "Yo no te fiscalizo si tu tampoco lo haces".
Desde el inicio de la Democracia, las cosas han empezado a cambiar de manera rápida pero no de manera bidireccional. Los ciudadanos de a pié, hemos visto como la administración, ha ido controlando nuestros ingresos, hasta el último euro, pero los ciudadanos no hemos podido hacer un seguimiento de dónde ha ido a parar nuestro dinero.
¿Que han hecho con él los gobernantes?. ¿En que se lo han gastado?. OPACIDAD
Ahora acaba de ver la luz, el anteproyecto de la Ley de Transparencia que ya tenía perfilada,el anterior gobierno. No se lo que han quitado y lo que han añadido, pero según leo en elEconomista.es, parece que no es tan transparente al tener algunos puntos negros.
Destaco, entre estos supuestos puntos negros, el SILENCIO ADMINISTRATIVO. También vamos servidos en este país de silencios.
Habría que hacerle un monumento al "silencio administrativo español" y lo digo de verdad.
Me temo que este anteproyecto de Ley no será bien consensuado ni revisado, hay demasiados intereses sueltos por el Estado. Pero así y con todo ya está bien que, hayamos tenido que esperar hasta 2012, para disponer de una posible herramienta que, al menos, pueda dejar desnudos a los que regalan más allá de lo políticamente correcto y defraudan y se corrompen con el dinero de los ciudadanos.
Está por ver su utilidad, esperemos, al menos, que sirva para que, de una vez por todas, dejemos de ser uno de los países más opacos de Europa
Hasta pronto personas
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