Duros momentos para la Monarquía Española, coincidiendo con el bicentenario de la Constitución de 1812, llamada coloquialmente "La Pepa".
¿Estaremos asistiendo al principio del fin de la Monarquía Española, tal y como la conocemos? Puede haber más de una respuesta.
En los momentos de extrema gravedad económica por los que está pasando nuestro país, parece haber gran interés en desmontar todo lo construido en las últimas décadas, para enarbolar no se sabe muy bien que.
Hemos trabajado mucho y evolucionado en la Democracia que hemos ido construyendo desde 1975 , gracias entre otras cosas, a una Monarquía, no elegida por los españoles, pero asumida por la mayoría durante muchos años. Hemos asumido al Rey D.Juan Carlos y a la Monarquía como una extensión suya.
Es cierto que nos ha costado mucho dinero, pero no más que un aeropuerto sin aviones, o un AVE sin pasajeros o una Ciudad de la Cultura sin visitantes o un Palma Arena sin acontecimientos deportivos o unos ERE fraudulentos, o un déficit de 9.000 millones de euros de un ayuntamiento...
Pero también lo es el hecho de que, su enorme figura como estadista, nos ha salvado de algún que otro susto involucionista.
Durante muchos años hemos gozado de buena salud económica, o al menos lo hemos creído así, y hemos tenido gobiernos de diferente color, que han "conservado la Monarquía", cuando hubiesen podido plantear al País un cambio.
El ex presidente Felipe Gonzalez, pudo haberlo hecho en su tercer mandato. El ex presidente José María Aznar, en su primero o en su segundo, el anterior presidente, en sus dos mandatos. Pero justamente, y en coincidencia con muchas otras cosas, es en el primer mandato de Mariano Rajoy, dónde se está abriendo, y cada vez más, una brecha entre la Monarquía y la ciudadanía que puede acabar en un cambio, que deberá ser a la par, constitucional.
El porqué no lo han hecho tiene que ver con la respuesta popular.
Ahora, no creo que sea el momento más idóneo para un planteamiento de cambio de modelo constitucional cuando el país está en sus peores horas, pero creo necesario que se tenga en la agenda para poderlo afrontar cuando sea posible. No sería bueno como "pataleta". Esto es mucho más serio.
Preguntarnos que está pasando, visualizar el contexto en el que transcurren todos los acontecimientos y mirar todas las partes que conforman este País, nos llevará a conclusiones que nos podrán gustar más o menos pero que aportaran, sin duda, una visión más cercana a la realidad, de la que se nos pretende dar desde las Instituciones y desde la información orquestada.
Es hora de tener claro el valor de las cosas y no quedarnos con un detalle que nos impida ver toda la realidad.
La Monarquía Española está en entredicho, no porque el Rey se haya ido de cacería, como si fuese la primera vez, no porque uno de sus nietos se haya disparado en un pie accidentalmente, sino porque alguien de su familia, presuntamente, ha osado robar a los ciudadanos, ha osado mentir y ha utilizado su posición para todo ello y eso no es perdonable, en un país en ruina económica y moral. Este hecho ha sido el inicio para visualizar a una monarquía diferente de la que estábamos acostumbrados a ver y quizás para comenzar a pensar que es prescindible.
¡Que bien a venido este "accidente monárquico" al contexto actual¡
Los Españoles tenemos muy fácil buscar "culpables" para lo que nos está pasando y ¡que casualidad hombre¡.
Pero mientras miramos a la familia real española, y criticamos, con razón, comportamientos y actitudes, no nos olvidemos que la prima de riesgo sigue subiendo, que los mercados siguen sin confiar en este País y en su gobierno, que los recortes siguen quitando derechos y ayudas y que nos empequeñecemos por momentos.
Puede y debe haber un replanteamiento sobre la Monarquía Española pero no nos despistemos y que no nos despisten. Para ello ya está el fútbol.
Hasta pronto Personas
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